Esta obra nace desde mi exploración en el mundo de la sanación y la energía. Está dedicada a
los siete chakras, centros sutiles que, aunque invisibles, forman parte esencial de nuestro ser.
Aquí no hay figura humana explícita, porque quise representar lo que está más allá de lo físico:
la energía que fluye dentro de nosotros.
Cada chakra aparece como un punto de luz, color y vibración. Sus formas y tonos reflejan su
frecuencia particular, desde la raíz hasta la coronilla. La composición sugiere movimiento y
conexión, mostrando cómo estos centros están alineados y cómo su equilibrio sostiene nuestra
armonía interior.
Es una obra para sentir, más que para ver con los ojos. Invita al espectador a recordar que
dentro de sí habita una energía poderosa y silenciosa que nos sostiene, nos conecta y nos
transforma.
(Vendido) – Disponible en fine art print
Técnica mixta, óleo y acrílico sobre tela (políptico)
Año 2018
Disponible en Giclée
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