Me inspiré en la pasión y la unión que surge cuando dos almas se encuentran en el amor
verdadero. Quise plasmar esa energía que nace en el momento en que dos personas se
entregan por completo, donde no existen barreras, solo una conexión profunda que
trasciende lo físico.
Desde el centro de su unión, la Estrella de David se convierte en un símbolo de equilibrio y
fusión, irradiando luz y energía. El chakra del corazón se manifiesta en tonos verdes y
rosas: él la envuelve con la serenidad y la sanación del verde, mientras que ella lo baña con
la calidez y la ternura del rosa. Juntos, se transforman, se completan, se iluminan.
A través de esta obra, quise capturar ese instante en el que el amor se vuelve luz, en el que
dos almas se reconocen y se entregan sin miedo, creando una energía única que lo
envuelve todo.
Técnica mixta, óleo y
acrílico sobre tela
Medidas 100 x 80 cm
Año 2016
Cuarto chacra, Anahata.
El Chakra del Corazón está asociado con el amor, la curación y la sanación.
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